lunes, 11 de noviembre de 2013

Culpa mía, por haberme creído que sería... (30º carta)

Esta no sé, si es una carta dirigida a mi mitad, o a la que creí que lo pudiera ser en algún momento...
Sabes desde hace unas 30 cartas, que te busco sin hallar ni tan siquiera una pista de dónde te puedas encontrar.
Si bien, alguna vez que otra, te he creído conocer de nuevo; pues como ya te dije en su momento, sé que nos conocemos sin habernos visto. Sabes que existo y sé que estás.
Eres todos y nadie en este momento; pero pensé que ya conocía tu nombre, a parte de que ya sabía cuánto compartimos y sentimos en común.
Sabes de mis miedos y mis frenos a la hora de intentar acercarme a ti; por que en cada error anterior, he aprendido mucho pero también se suman en cada, más barreras a la siguiente vez.
El hablar, tratar de conocer, querer estar... hacía que creyera que pudiera ser esta la ocasión, en la que te hubiese encontrado de verdad.
Siempre con precaución y margen de error.
Un margen que trazaba una línea muy recta, la cual a topado a un fin.
Y es que no tenía más por dónde conducir esa historia.
Siempre fui fiel a ese refrán que dice, que un gesto, una palabra...... puede cambiarlo todo. Pues bien, la ausencia de tales gestos y palabras en ciertas circunstancias, también pueden cambiar muchos pensamientos y sentimientos.
Los puede acabar en un abrir y cerrar de ojos; acompañados de un suspiro silencioso que grita un "Lo sabía" rotundamente decepcionante.

Por suerte o desgracia, aprendí a no creer cada palabra que se pretende como sentir propio.
Por bien o mal, endurecí mis sentimientos y desarrollé una insensibilidad que a día de hoy, arduo trabajo y difícil ejercicio, es, tratar de hacer que se contraríe.

Mi mitad,,, demos alegrías a leer a los que nos siguen, estarán cansados de tanta melancolía... sepas tú, que tienes total y absoluta culpa (sólo faltaba, que siendo mías las cartas, me culpe de lo que escribo.) Supongo que harás lo mismo en las tuyas.

Espero sueñes con que esto cambie.
Seguro estarás en uno con la Música, melodiando tus noches como esta.
Nos vemos pues, en otro tiempo, en otro lugar.

Sin más pero con mucho...
... me marchito a meditar.

... a mi mitad.

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